El desarrollo de la economía digital debe llevar asociado un buen uso de la tecnología, sobre todo por parte de los menores, como colectivo especialmente vulnerable que son y dada su condición de nativos digitales.
El grooming o el sexting, dos modalidades de acoso infantil y pederastia a través de redes sociales, son buenos ejemplos de ellos. Ante unos hechos así de alarmantes, cada vez se invierte más en charlas y programas formativos que alerten a los menores de esta amenaza, por ejemplo a través de charlas de policías en colegios o campañas en medios de comunicación.
En su página web, la Policía Nacional cuenta con un formulario por el que realizar denuncias anónimas o pedir auxilio ante estas prácticas. Sin embargo, me parece curioso que la propia policía no cuente con canales específicos en las redes sociales, terreno donde se mueven los menores y los acosadores, habilitados para estas denuncias.
Lo que propongo es sencillo de ejecutar y apenas tiene coste: que la policía cree cuentas especificas en las redes sociales donde poder denunciar los distintos tipos de ciberacoso.